Procusto según la mitología griega, era hijo de Poseidón y vivía en lo alto de una colina, donde ofrecía posada al viajero solitario. Alli lo invitaba a descansar en una cama de hierro y mientras dormia lo encadenaba a las cuatro esquinas de esta. Pero las intenciones de Procusto no eran nada buenas, si la victima era más larga que el lecho, le cortaba las partes del cuerpo que sobresalían y si era más corta, estiraba y descoyuntaba sus miembros hasta que coincidían con las dimensiones de la cama. Según otras versiones, nadie coincidía jamás con el tamaño de la cama
porque ésta era secretamente regulable: Procusto la alargaba o acortaba a
voluntad antes de la llegada de sus víctimas.
Así siguió Procusto hasta que se las vio con el héroe Teseo, quien consiguió invertir el juego y torturar al malvado del mismo modo que él lo había hecho antes, hasta matarlo. Eliminar a Procusto fue la última aventura de Teseo en su viaje desde Trecén hasta Atenas.
Esta historia no podrá repetirse nunca más, nuestras camas son altamente ergonómicas y tan espaciosas que cualquier persona tiene cabida en ellas.
Nada de esto ocurrirá con las confortables camas que te ofrecemos en La Tienda Encendida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario